miércoles, 11 de octubre de 2017

Tarde más que entretenida pero no rotunda

Ayer pudimos ver el presagio de lo que espera hoy y los días 13 y 14 en los tendidos. Alcohol, política entremezclada con esta fiesta tan grande y sobre todo, mala educación. Se pitó a Valadez cuando recibía la alternativa, imaginamos que porque el respetable poco respetuoso, no se enteraba de lo que pasaba. Y oigan, las orejas se piden con los pañuelos, no a voz en grito. Que los mismos que sacaban el moquero silbaban. Tampoco es comprensible ovacionar a un torero antes de lo debido, incluso haber una leve petición de premio, y después no sacarlo ni a saludar. La música mejor que el domingo, no era difícil, pero tampoco estuvo acertada. Y los "Viva España" sobran, y más cuando la gente no te contesta a coro porque estamos cansados de que no haya respeto alguno durante la lidia. No faltó Manolo Escobar ni gritos de "Puigdemont a prisión". Los que coreaban esto último estarían más atentos al móvil que a la faena, pero eso sí, el clínex preparado. 

Dejando de un lado que la seriedad de "El Coso de Pignatelli" esta en peligro, vamos a lo que importa. La corrida que desembarcó Ricardo Gallardo estuvo bien presentada aunque desigual. Falta de fuerzas y descastada en líneas generales. Bueno fue el primero, aunque le faltó un punto de fuerza y el quinto bis, de Lagunajanda, toro exigente y duro, de los que deja en evidencia a cualquiera. Fue estoqueada por Joselito Adame, José Garrido y Leo Valadez que tomaba la alternativa. 

Joselito nos dejó claro que sienta cátedra en casa como ya se vio el domingo. Ya sabemos de donde le viene a Luis David lo de abrir el compás, aunque no se puede afirmar que el alumno haya superado al maestro. Su primero fue un toro rebrincado, falto de fuerzas y manso, que lanzó un buen número de coces. No sabemos que debió verle para brindarlo al público. Media estocada y descabello. Al cuarto bis lo lanceó con gusto de capa. Lo puso al relance en el caballo de Iturralde que no está muy acertado en esta feria y le dio en la paletilla. Quitó Garrido por chicuelinas y una media. Contestó Adame con unas zapopinas mejor ejecutadas que las de su primero. El comienzo de faena, ayudados por alto, una trincherilla y el de pecho. Estuvo ventajista al principio, aunque la primera tanda no fue mala, más templado con la zurda. Al final toreo de cercanías y arrimones. Erró a espadas y se dio una vuelta al ruedo por su cuenta. 

El tercero de la tarde, primero para Garrido, tuvo su interés. En el caballo metió los riñones, cabeceó y echó la cara alta. En el segundo encuentro la bajó y siguió empleándose. José María Amores tropecó y se salvó de la cornada. En un acto de orgullo propio, volvió a parear. Cuatro tandas por el derecho despegadas. Por el izquierdo anduvo más inseguro, el toro presentó complicaciones por ese pitón. Lo mejor, la última tanda con la diestra, en la que se cruzó y se fajó con el toro. Para finalizar bernardinas de perfil muy ajustadas. Estocada trasera y algo baja. Petición minoritaria pero el palco concedió la oreja. El quinto, un inválido, en su lugar saltó al albero el segundo sobrero. Fue bien picado por Oscar Bernal este toro con poder. En el caballo, la entrada era espectacular, luego cabeceba y le dieron. Se desmonteró Antonio Chacón. Empezó en el tercio pero no pudo con él. El toro ya avisó de que sabía lo que se dejaba detrás en las chicuelinas del quite del alternante. Y después del pase de pecho, lo prendió. No hubo faena, pero tuvo mucho mérito el volver a la car del toro con dos cornadas. Debió imponerse al toro y llevarlo mucho más tapado, pero como ya hemos escrito, este toro deja en evidencia a cualquiera. Toro con motor, toro exigente, toro importante. Oreja.

Leo Valadez llegó concienciado a esta cita tan importante para su carrera, ganas no le faltaron. Estuvo mejor que en otras ocasiones y con más gusto,. Aún así, mantenemos que no estaba para tomar la alternativa, aunque llevase unas cuantas novilladas a sus espaldas. Su primero, se empleó en el primer encuentro. Toro noble, de buena condición, al que no se le podía obligar demasiado. Por momentos, no supo mimar al toro y llevarlo a su altura. Rodillas a tierra y se olió el susto. El pitón izquierdo era el del toro. Estuvo mejor por ese. Por el derecho, lo de siempre y lo de todos los toreros. Para terminar, manoletinas, dos de rodillas, y dos pinchazos. Ovación. En su segundo, el cierraplaza, gustó más que en su primero. El toro protestado por la fuerza, poseyó prontitud, pedía distancia y temple. Faena con susto incluido. Una más que destacable segunda tanda por el izquierdo. A partir de ese momento, la faena cogió vuelo. Hubo muletazos sendos por ambos pitones, pero no tandas redondas. Aún así, faena interesante. Medio bajonazo, pero oreja.

Hoy Ponce, Cayetano y Ginés Marín.  


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