viernes, 13 de octubre de 2017

¡A la gloria, "Palmero"!

Abría feria la novillada de Los Maños en la que estaban acartelados Jorge Isiegas, Toñete y Ángel Tellez. Novillada muy bien presentada a excepción del terciado tercero.

El nuevo novillero de Aragón, Isiegas, sorteó un lote de triunfo. El primero fue un novillo muy bonito que no iba sobrado y al cual cuidaron en varas. Anduvo sobrado con el capote Jorge que lo recibió a la verónica. La cuadrilla, un desastre, tónica preponderante durante el festejo. Series de menos a más, pero a la faena le faltó coger vuelo, y el novillo era para cortarle las orejas, con gran calidad y profundidad en la embestida. De menos a más. Como los bravos. Bueno por los dos. Pases por abajo, trincherazos y trincherillas, un buen cambio de mano y pases cambiados por la espalda y en redondo. Se pasó de faena Isiegas y le pudieron sonar los tres avisos. Casi la docena de descabellos tras una caída, lo del puntillero, de nota. División de opiniones para Isiegas y ovación para el novillo. Su segundo fue un novillo bravo de verdad, de los importantes, para el recuerdo. Y cuando reina la bravura se nota, y es que en la libreta es con el animal con el que menos tinta se gastó. Isiegas se lo sacó bien a los medios con el capote. F. Javier Sánchez lo picó trasero aunque intentó realizar bien la suerte. "Palmero", se arrancó de largo hasta en tres ocasiones y empujando de verdad. Agradecer a Isiegas que luciese al novillo en el caballo, poniendolo de lejos en el segundo y el tercer encuentro y darle poco en este último. Se desmonteró Raúl Ruíz. Novillo exigente, que desbordó a Isiegas. Humillador y bueno por ambos pitones. Murió con la boca cerrada. Oreja que no molesta y vuelta para un novillo bravísimo, exigente y con calidad. De nuevo, agradecer a Isiegas el lucir a un toro bravo. 


Toñete está muy verde. Ni estuvo ni se le esperó. Su primero, fue un novillo que empujó en el caballo pero Carlos Pérez estuvo fatal y en el segundo encuentro se llevó la vara puesta. En la herida cabía un puño. Tellez quitó por chicuelinas. Toñete demasiado encima, no le sacó ni uno limpio y no se cruzó lo debido. Tomó muchas precauciones. El animal no se pudo apenas ver aunque fue el más exigente del festejo. Media del lado contraria. El precioso quinto lucía en sus costillares el número 10. Ovacionaado de salida. Preciosos. Empujó en su encuentro con el jaco pero salió suelto del segundo encuentro. Toñete no es que no lo luciese es que fue un desastre al ponerlo en suerte. Estuvo pesado y se pasó de faena. Novillo que tenía mucho que torear. Una tendida efectiva. Palmas para ambos. Nos quedamos con la duda de lo que hubiese sido el novillo con una mano firme... Gajes del oficio.


Ángel Tellez tiene mucho gusto, pero torea despegado, eso sí, está puesto. Su primero lucía el número 17 en el lomo, de nombre "Quejoso". El peor presentado del encierro. En su primer puyazó empujó al caballo contra las tablas aunque salió suelto. En el segundo encuentro, se derrumbó contra las moles que usan como caballos y le dieron dos puyazos por uno. Mal Carlos Prieto. Brindó al respetable Tellez. Doblones iniciaales con un novillo que acudía con prontitud y los requería. Supo darle distancia, lo llevó toreado pero le faltó tapar más a un manso encastado que aunque hizo amagos nunca se rajó y embistió con calidad, humillación y recorrrido. Mejor con la derecha, mano sobre la que pivotó casi toda la faena. Un pero, el ventajismo en ambas faenas. Buena ejecución de la suerte, aunque terminó caída y hubo que descabellar. Oreja. El de la jota, otro precioso novillo, fue el más deslucido del festejo. Ángel se empeñó en ponerlo de lejos desde el principio al caballo. Y es que hay que ir viendo la condición de la res y posteriormente, ir a más. El novillo se pudo acalambrar. Novillo tardo y agarrado al piso. Diego Ochoa, en la primera entrada le recitó cuatro lanzazos. Tellez entendió peor a este novillo. Quiso darle distancia como a su primero y el novillo pedía lo contrario. De uno en uno, era imposible. Bajonazo. 


Novillada de nota, con mucho que torear, con matices, calidad y un novillo para el aficionado, un novillo para la historia, un novillo bravo. ¡A la gloria, "Palmero"! 








miércoles, 11 de octubre de 2017

Tarde más que entretenida pero no rotunda

Ayer pudimos ver el presagio de lo que espera hoy y los días 13 y 14 en los tendidos. Alcohol, política entremezclada con esta fiesta tan grande y sobre todo, mala educación. Se pitó a Valadez cuando recibía la alternativa, imaginamos que porque el respetable poco respetuoso, no se enteraba de lo que pasaba. Y oigan, las orejas se piden con los pañuelos, no a voz en grito. Que los mismos que sacaban el moquero silbaban. Tampoco es comprensible ovacionar a un torero antes de lo debido, incluso haber una leve petición de premio, y después no sacarlo ni a saludar. La música mejor que el domingo, no era difícil, pero tampoco estuvo acertada. Y los "Viva España" sobran, y más cuando la gente no te contesta a coro porque estamos cansados de que no haya respeto alguno durante la lidia. No faltó Manolo Escobar ni gritos de "Puigdemont a prisión". Los que coreaban esto último estarían más atentos al móvil que a la faena, pero eso sí, el clínex preparado. 

Dejando de un lado que la seriedad de "El Coso de Pignatelli" esta en peligro, vamos a lo que importa. La corrida que desembarcó Ricardo Gallardo estuvo bien presentada aunque desigual. Falta de fuerzas y descastada en líneas generales. Bueno fue el primero, aunque le faltó un punto de fuerza y el quinto bis, de Lagunajanda, toro exigente y duro, de los que deja en evidencia a cualquiera. Fue estoqueada por Joselito Adame, José Garrido y Leo Valadez que tomaba la alternativa. 

Joselito nos dejó claro que sienta cátedra en casa como ya se vio el domingo. Ya sabemos de donde le viene a Luis David lo de abrir el compás, aunque no se puede afirmar que el alumno haya superado al maestro. Su primero fue un toro rebrincado, falto de fuerzas y manso, que lanzó un buen número de coces. No sabemos que debió verle para brindarlo al público. Media estocada y descabello. Al cuarto bis lo lanceó con gusto de capa. Lo puso al relance en el caballo de Iturralde que no está muy acertado en esta feria y le dio en la paletilla. Quitó Garrido por chicuelinas y una media. Contestó Adame con unas zapopinas mejor ejecutadas que las de su primero. El comienzo de faena, ayudados por alto, una trincherilla y el de pecho. Estuvo ventajista al principio, aunque la primera tanda no fue mala, más templado con la zurda. Al final toreo de cercanías y arrimones. Erró a espadas y se dio una vuelta al ruedo por su cuenta. 

El tercero de la tarde, primero para Garrido, tuvo su interés. En el caballo metió los riñones, cabeceó y echó la cara alta. En el segundo encuentro la bajó y siguió empleándose. José María Amores tropecó y se salvó de la cornada. En un acto de orgullo propio, volvió a parear. Cuatro tandas por el derecho despegadas. Por el izquierdo anduvo más inseguro, el toro presentó complicaciones por ese pitón. Lo mejor, la última tanda con la diestra, en la que se cruzó y se fajó con el toro. Para finalizar bernardinas de perfil muy ajustadas. Estocada trasera y algo baja. Petición minoritaria pero el palco concedió la oreja. El quinto, un inválido, en su lugar saltó al albero el segundo sobrero. Fue bien picado por Oscar Bernal este toro con poder. En el caballo, la entrada era espectacular, luego cabeceba y le dieron. Se desmonteró Antonio Chacón. Empezó en el tercio pero no pudo con él. El toro ya avisó de que sabía lo que se dejaba detrás en las chicuelinas del quite del alternante. Y después del pase de pecho, lo prendió. No hubo faena, pero tuvo mucho mérito el volver a la car del toro con dos cornadas. Debió imponerse al toro y llevarlo mucho más tapado, pero como ya hemos escrito, este toro deja en evidencia a cualquiera. Toro con motor, toro exigente, toro importante. Oreja.

Leo Valadez llegó concienciado a esta cita tan importante para su carrera, ganas no le faltaron. Estuvo mejor que en otras ocasiones y con más gusto,. Aún así, mantenemos que no estaba para tomar la alternativa, aunque llevase unas cuantas novilladas a sus espaldas. Su primero, se empleó en el primer encuentro. Toro noble, de buena condición, al que no se le podía obligar demasiado. Por momentos, no supo mimar al toro y llevarlo a su altura. Rodillas a tierra y se olió el susto. El pitón izquierdo era el del toro. Estuvo mejor por ese. Por el derecho, lo de siempre y lo de todos los toreros. Para terminar, manoletinas, dos de rodillas, y dos pinchazos. Ovación. En su segundo, el cierraplaza, gustó más que en su primero. El toro protestado por la fuerza, poseyó prontitud, pedía distancia y temple. Faena con susto incluido. Una más que destacable segunda tanda por el izquierdo. A partir de ese momento, la faena cogió vuelo. Hubo muletazos sendos por ambos pitones, pero no tandas redondas. Aún así, faena interesante. Medio bajonazo, pero oreja.

Hoy Ponce, Cayetano y Ginés Marín.  


martes, 10 de octubre de 2017

Los de Margé facilitaban el triunfo, los de luces no lo aprovecharon

Acudimos a presenciar la segunda de abono con la que estaban acartelados David Mora, Román y Luis David Adme. El encierro, venido allende de los Pirineos, lució el hierro de Robert Margé. Aunque desigual, bien presentada en líneas generales, a excepción del tercero. El que salió en su lugar no fue mejor. Las posibilidades que brindaban las nobles embestidas de los toros no fueron suficientemente aprovechadas por los espadas.

David Mora al igual que otros diestros, debería pensarse muy seriamente si seguir en el gremio o no. Sus facultades físicas, cuanto menos discutibles y su destoreo siempre presente, no consiguieron el triunfo con el mejor lote de la tarde. A la verónica toreó con gusto, se le coló y se libró de milagro. Román se presentó con ganas de arrasar y salió al quite que se quedó en eso, muchas ganas y muchos enganchones. En el peto, el toro se dejó pegar y metió los riñones y la cara abajo. No iba sobrado el animal. No supo ligarlo, perderle un paso, apretar al animal durante el tiempo que durase. Ventajista y con sus contorsiones, más despegado es difícil. Bajonazo y palmas al toro. El cuarto no peleó en el jaco. Se desmonteró Abrahm Neiro "El Algabeño". En el arrastre hubo palmas para un toro con un buen pitón derecho. El inicio de faena, minimizó sus malas praxis para recuperarlas después. Cayó acertadamente el acero, la ejecución, otro cantar. Oreja que paseó junto a su cuadrilla y el héroe de la tarde, Jesús Miguel Álvarez Catalán. Un gran gesto por parte del diestro, al Cesar lo que es del Cesar.

El segundo de la tarde, correspondiente al lote de Román se empleó en el peto. Quitó Adame por chicuelinas. El valenciano demostró gran quietud en ocasiones. Toreo del bueno al natural pero por ese pitón el recorrido era menor. Dio el medio pecho al citar al animal y al final del muletazo. Lo reprochable fue el ventajismo, notablemente a diestras. Sí el espadazo que le recetó tras los tres pinchazos llega a la primera, oreja con mucho más peso que cualquiera de las otras dos concedidas esa tarde. Vuelta al ruedo. El quinto fue un toro pasador, con mucho recorrido, pero de manso, y con una trasmisión mayor a la de los hermanos. En definitiva, más complicado y Román no lo supo entender ni templar. Iturralde estuvo poco fino y Adame volvió a su turno de quites. Se desmonteraron Raúl Martí y Hazem "El Sirio". Brindó a la cuadrilla y erró a espadas. 

Luis David Adame aburre casi tanto como su hermano, aunque al público le gustó. Íbamos autoconvenciéndonos de que este sería mejor. Nada más lejos de la realidad. El tercero titular saltó al callejón, al lado de la puerta de los corrales, y el mencionado Jesús Miguel, no dudó un segundo, abrio el cerrojo de esa misma puerta y salvó a más de uno. Que sangre fría, que cojones. El sobrero primero era el de El Torreón. Mal hechurado, peor lidiado y desastrosamente picado. Falto de fuerzas y humillación.  Con una muleta XXL, marca de la casa, toreó con ventajas, mejor al natural, pero no decía nada. Pinchazo, atravesada y descabello. Al de la jota, de las cuatro zapopinas que le dio, la tercera fue buena, como bueno fue el tercer par a cargo de Miguel Martín. Citó desde los medios con un pase cambiado por la espalda. Anduvo despegado y el final de los muletazos era más que deficiente. El animal poseyó prontitud, le pedía sitio, un sitio que no le dio un encimista Adame. Una buena estocada que le valió la oreja. 

Para ir terminando, la música no puede sonar siempre y porque sí. Después hemos sabido que cada día cambia la banda y según el criterio del director, hay mayor o menor seriedad. Los "viva España" cansan, sobre todo durante la lidia del animal. Esto último no es ni más ni menos que una falta de respeto. Las reivindicaciones, algo que personalmente no me molesta, al comienzo del festejo y al final. Seriedad señores. 

No es que pidamos mucho a los chavales, es que tienen que hacérselo mirar

En los chiqueros de "La Misericordia" aguardaba un encierro de Adelaida Rodríguez, bien presentados aunque más justo el segundo, y con unas velas por pitones que no daban cabida a dudas sobre su integridad. En comportamiento, el primero fue muy blando, pero aguantó a media altura; el segundo llevaba la cara alta pero duró; al tercero, de buena condición no se le picó; el cuarto sabía lo que se dejaba detrás; y los otros dos mansos. En el caballo nada que destacar. Con la baja de Isiegas, al que deseamos pronta recuperación, el cartel quedaba así: Juanito, Carlos Ochoa y"El Adorueño". A don Antonio Placer, presidente del festejo, se le hizo grande la tarde por momentos. 

Y el problema es que reinó el ventajismo, el pico, las malas formas en casi todos los tercios, a excepción de la capa con la que estaban más puesto. Cierto es que la novillada fue a menos porque los dos últimos fueron dos mansos de libro, y uno se había ilusionado con los tercios de quites anteriores, en los que no perdonaban, pero queda la duda de si lo hacían por ganas de ser toreros o porque alguien les dijo que había que hacerlo. A excepción de estos pasajes, no se les vio en novillero y el Ochoa de Madrid, que nos salvó de una clase de derecho Internacional poco interesante, no apareció por Zaragoza. Apoderados que no saben poner en su sitio al novillero, y que, al igual que Valadez, por mucho que nos quieran hacer pasar por el aro, no están puestos. Su problema no es solo la espada. Después de torear novilladas elegidas en una o dos temporadas y de tomar la alternativa en alguna plaza del tito Simón, pocos son los que entran en los carteles. Por algo será.

Juanito en su primero, aunque ventajista, no empalagó. A  mi juicio no era de oreja, pero el público es soberano y tampoco molesta. Los mejores detalles los dejó con la izquierda y en la contestación a Ochoa con dos ajustadas chicuelinas. Su segundo lo toreó bien a la verónica y con la franela más de lo mismo, abusando del pico a veces, ventajista casi siempre, mejor con la zurda y a espadas un desastre, tanto en ejecución de la suerte como en colocación del acero. Destacar los dos mejores pares de la tarde firmados por Miguel Murillo en el cuarto.

Al primero de Carlos Ochoa fue al que más leña dieron en el peto y con él, se desmonteró Raúl Ruíz. Ya lo hizo en la novillada de Los Maños. Con la muleta, la faena descompuesta y cambiante. Y llegó el quinto interminable. Se entienden las ganas de toro de los chavales, pero aburrió hasta un santo. Se lo olió y se fue a los tendidos donde estaban sus partidarios. Leve petición, entremezclada con pitos.

Ochoa podría aprender de "El Adorueño", que tras intentar ponerse con el sexto, de misma condición claudicante, abrevió. En su primero, que lo brindó al francés, gestor de nuestro coso, nada que destacar. 

Pedir encarecidamente que no engañen a los novilleros, que deben ser el futuro de la fiesta, pero con estos valores es difícil. Oír la verdad a tiempo, es necesario.